jueves, 16 de octubre de 2008

AL SR. PAPI

Don Jerónimo: Conque Paulita, hija, ya puedes hablar, ¿es verdad? (Vuelve a hablar con su hija, y la trae de la mano.) Vaya, di alguna cosa.

Doña Paula: Sí padre mío, he recobrado el habla para decirle a usted que amo a Leandro, y que quiero casarme con él.

Don Jerónimo: Pero, si...

Doña Paula: Nada puede cambiar mi resolución.

Don Jerónimo: Es que...

Doña Paula: De nada servirá cuanto usted me diga. Yo quiero casarme con un hombre que me idolatra. Si usted me quiere bien, concédame su permiso, sin excusas ni dilaciones.

Don Jerónimo: Pero, hija mía, el tal Leandro es un pobretón...

Doña Paula: Dentro de poco será muy rico. Bien lo sabe usted. Y sobre todo, sarna con gusto no pica.

Don Jerónimo: ¡Pero qué borbotón de palabras la ha venido de repente a la boca!... Pues, hija mía, no hay que cansarse. No será.

Doña Paula: Pues cuente usted conque ya no tiene hija, porque me moriré de la desesperación.

Don Jerónimo: ¡Qué es lo que me pasa! (Moviéndose de un lado a otro, agitado y colérico. Doña Paula se retira hacia el foro, y habla con Leandro y Andrea.) Señor doctor, hágame usted el gusto de volvérmela a poner muda.

Bartolo: Eso no puede ser. Lo que yo haré solamente para servirle a usted, será ponerle
sordo para que no la oiga.

Don Jerónimo: Lo estimo infinito... ¿Pero, piensas tú, hija inobediente, que...? (Encaminándose hacia Doña Paula. Bartolo le contiene.)

Bartolo: No hay que irritarse, que todo se echara a perder. Lo que importa es distraerla y divertirla. Déjela usted que vaya a coger un rato el aire por el jardín, y verá usted como poco a poco se la olvida ese demonio de Leandro... Vaya usted a acompañarla, don Casimiro, y cuide usted no pise alguna mala hierba.

Leandro: Como usted mande, señor doctor. Vamos señorita.

Doña Paula: Vamos enhorabuena.


Moliere

Se preguntaran porque puse un pedazo de la obre de Moliere “medico a palos” pues es una escena que me recuerda mucho a mi querido Sr. Papi y la forma en la que siempre termina cediendo ante los caprichos de sus hijos.

Aunque el señor Papi no es el padre perfecto procura ser un buen padre. De hecho últimamente esta mas cariñoso de lo normal. El es un buen francés que ama el país que lo adopto. Y aunque casi tiene 60 (si descubre que lo dije me mata :P ) aparenta tener 50, no es un hombre alto y menos musculoso, pero tiene un fuerte efecto en la gente, sobre todo de primera vista suele intimidar. Su carácter es algo explosivo y suele gritar mucho pero por lo general es muy tranquilo y gusta de convivir con la familia. De hecho en su momento todo sus hijos le han dado algún problema pero el no nos deja solo en la incertidumbre aunque lo hemos llegado a pensar. Pero él siempre esta hay para nosotros, ya sea en cuestiones de salud, económicas y sentimentales Sr. Papi procura estar a nuestro lado.

No siempre le parecen nuestras decisiones pero nunca nos dice que no hagamos las cosas, no le gusta que estemos deprimidos y aunque lo niegue creo que tiene una escopeta guardada bajo el brazo para darle en medio de los ojos a aquellos que nos lastiman. De hecho es un padre muy celoso aunque no lo parezca. Siempre esta al pendiente de nuestra salud, en especial del peso de Osito Miel y yo, ya que llegamos a pasar jornadas enteras sin comer (si lo se estamos bien buenotas, pero no es sano ni bonito de hecho queremos subir de peso). También esta siempre al pendiente que no falte nada en casa aunque no vive con nosotros y todos trabajamos.

Lo que pasa es que casi nunca nos damos cuenta de eso y como hijos siempre nos ponemos a reclamarles a nuestros padres o madres. No solo hablo de mi y mis hermanos sino de todo el mundo en general. Siempre nos quejamos porque no nos ponen atención, que no nos compraron el juguete que queríamos ó no nos pago la universidad. La verdad me he puesto a pensar en ese tema últimamente. Como hijos siempre pensamos que lo merecemos todo con el simple hecho de serlo y casi nunca regresamos lo que nuestros padres nos dan. No voy a decir que soy la persona que mas a sufrido en el mundo pero me a tocado ver a mi madre no comer para que nosotros comiéramos y mi padre trabajando todos los domingos para llevar la comida que mas nos gusta a la mesa. Nos han pagado médicos, techo, sustento educación y nos han dado lo que en sus manos se puede. Y aunque estén enojados con nosotros nuestros padres siempre estarán aquí para amarnos, que importa si nos casamos con quien ellos no quieren, si dejamos la casa enojados, si nos peleamos con sus parejas, si cometemos errores , ellos son los primeros en perdonarnos y apoyarnos.

Solo he visto una vez al Sr. Papi llorar y fue por mi, tenia miedo de que su hija miera por culpa de una depresión muy fuerte, y saben que es lo que mas miedo le da a ese hombre? El tener que enterrar a un hijo. A su criterio es lo peor que a alguien le puede pasar. Así que el día de hoy iré por mi padre e iremos al cine para pasar tiempo juntos. Les recomiendo que se pongan a pensar en los sacrificios que han hecho sus padres por ustedes y llámenlos por teléfono, visítenlos si pueden, si viven con ellos agradézcanselo y si ya no están en este mundo una veladora, una oración y un recuerdo de vez en cuando son buenos. Estoy muy agradecida con mi enojon y sentido por quererme a su manera, algo fría pero él es así y esa es su forma de quererme. Por eso yo me dieron ganas de agradecerte de todo.

GRACIAS PAPA

1 comentario:

Kishiria dijo...

y ... le mostrarás esto al sr papi?